Es orgullosamente tibuyano, para los que no conocen esa palabra, Daniel Aponte Becerra, nació en Tibú, Norte de Santander, es ingeniero electrónico y siente a la Aerocivil como una mamá
"Para mi la Aerocivil significa una mamá porque me ha dado todo. Es una gran empresa y estoy muy agradecido".
Daniel es el más joven entre los coordinadores de Soporte Técnico. Su base de trabajo es en la Regional Norte de Santander. Tiene a su cargo 28 personas en 8 aeropuertos de tres departamentos: Arauca, Santander y Norte de Santander.
"Llevo 18 años en la Aerocivil de los cuales seis han sido como coordinador del grupo de Soporte Técnico de la Regional Norte de Santander. Nos dedicamos a tener operativos los sistemas CNS-MET-EAV es decir comunicación, navegación, vigilancia, meteorología y sistemas de energía y ayudas visuales"
Comienza su trabajo entre 6 y 7 de la mañana, revisa correos, verifica el estado del equipo, solicita información de los sistemas, coordina reuniones, avanza en procesos de contratación, apoya técnicamente a sus compañeros y viaja los aeropuertos para levantar información o algún proceso.
Es un hombre calmado, cuidadoso, apasionado y muy satisfecho con su trabajo.
"Hay un proyecto que está ahora en prueba piloto, con el cual me siento muy feliz y es una torre de control remota. La idea fue de un ingeniero en Bogotá, y nosotros las estamos trabajando aquí en Cúcuta. Una torre de control remota no tiene precedentes en Sur América. Con esta torre remota podremos visualizar desde una oficina o desde otro lugar, la pista de un determinado aeropuerto y lo podríamos controlar."
Actualmente este proyecto piloto se encuentra en la segunda fase encaminada a revisar los medios de transmisión y los sistemas satelitales. Así como este proyecto es parte de su felicidad, también lo es compartir con sus dos hijos, tocar guitarra, salir a pasear y montar en bicicleta.
De niño quiso ser veterinario o ingeniero electrónico; sueño que consiguió. También quiso entrar a la Armada Nacional pero el destino no lo ayudó. Su mayor tristeza fue la muerte de sus padres y su mayor alegría el nacimiento de sus hijos.
Para sus conocidos, Daniel es alegre, simpático y es un hombre que genera confianza.
Ser un buen coordinador lo ha logrado gracias a su perspectiva de cómo debe ser un líder.
"Para ser un líder debe haber comprensión, empatía, caminar de la mano con el grupo de trabajo, ser organizado, paciente y debe saber escuchar. Así he logrado mis objetivos"
Y concluye "No soy solo yo, es un grupo con el que camino y me llevan cuando flaqueo, así como yo lo hago con ellos. La unidad y la armonía es el referente en este grupo".