Era plan de todos, una meta de grupo, una idea de servicio, una acción de amor. Así fue cómo, al despertar el día, la mayoría de los empleados de la Aerocivil del Aeropuerto Guillermo León Valencia de la ciudad de Popayán, se levantaron de sus camas emocionados, porque esa mañana su trabajo no era para hacer lo cotidiano ni lo común, ese día iban a demostrarle a la naturaleza que los humanos también pueden dedicarle tiempo al ambiente, aportar y disfrutar con la siembra de más de 500 árboles alrededor de esta terminal aérea.


¿De quién fue la idea?


Arley Omar Gallardo es biólogo y hace parte del grupo de gestión ambiental y control fauna de la Aerocivil, asignado para el Aeropuerto de Popayán , lleva dos años trabajando en peligro aviario, su labor es el manejo de la fauna silvestre especialmente aves, que pueden ser un riesgo para las operaciones aéreas. Arley fue el motor principal para que esta actividad, con el nombre “Mi árbol y yo” se llevara a cabo en la terminal.


“Nos aliamos con la Alcaldía municipal, la empresa de reciclaje, los consorcios que llevan a cabo las obras de modernización del aeropuerto y todos los funcionarios de la Aerocivil para realizar la sembratón de árboles, charlas ambiéntateles y un concurso de carteleras alusivas al cuidado de medio ambiente”.


Mientras la mañana corría y los funcionarios escogían los espacios para la siembra, se expandían los aromas a jazmín, hortensia y otras especies ornamentales y florares que tomaron posesión de los alrededores del aeropuerto.


Rosalba Pinzón, operaria de servicios generales del aeropuerto dice “Estamos aquí contribuyendo con la siembra de árboles porque queremos fortalecer la madre tierra; de acuerdo al calentamiento global que estamos viviendo, prácticamente hay seres humanos que están en proceso de extinción, por eso me parece hermosa esta labor que estamos haciendo todos los operarios de esta terminal”.


Fue una mañana colorida, un momento de unión y de mucha reflexión, un día de la tierra que se vivió con las manos dentro de ella. Aquí no solo ganó el aeropuerto que fue embellecido con estos árboles florales sino también los mensajes que llegaron al alma de los payaneses.


“No te pedimos que cambies lo que está hecho, te pedimos que no hagas más daño”